La salud de nuestro planeta está de cuidado y es una realidad incuestionable. Esta máxima es compartida en distintos espacios y ámbitos del quehacer humano. Infinidad de reconocidas voces científicas -tanto individuales como colectivas- hacen advertencias sobre la urgencia de atender el tema, gobiernos lo incorporan a sus agendas y acciones, empresas proponen ideas y aplican soluciones y, muy importante, hay gente de a pie que comparte esta preocupación, tal como lo ilustró el estudio de opinión que en 2018 realizó el Centro de Investigaciones Pew, entidad privada sin fines de lucro: 67% de las personas encuestadas en 26 países consideraron que el calentamiento global era el problema más grave que afecta la Tierra.
Y no sólo se ha coincidido en que es un problema urgido de un abordaje impostergable, sino también en que, indistintamente de las estrategias que se diseñen y apliquen, es indispensable y muy necesario que cuenten con la participación de todos los actores, desde quienes operan en los centros de decisiones claves hasta miles de millones de ciudadanos de distintos puntos del planeta. En consecuencia, las soluciones, en esencia, deben conectar las decisiones corporativas con la vida cotidiana de la gente común. A partir de este concepto, por ejemplo, el mundo de la tecnología aplicada a la vida hogareña está hilando fuerte para que cada vez sean más las soluciones sintonizadas con la sostenibilidad que sustituyan a las tecnologías tradicionales, porque a todas luces, a todos, usuarios y fabricantes, nos interesa que el planeta funcione de forma sostenible para todos y para las generaciones futuras.
Y aunque parezca una pregunta con respuesta obvia, ¿por qué debemos «proteger» el planeta? Porque no existe un hogar alternativo para vivir y es tarea de todos hacer un uso responsable de sus recursos naturales que nos benefician. La protección ambiental está ligada al bienestar humano y la supervivencia del planeta es igual a la supervivencia de la raza humana. De allí que la sostenibilidad, que favorece la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias, según las Naciones Unidas, es el modelo de desarrollo al que se alinean cada vez más voluntades corporativas de diversos sectores y, dentro de este universo, están presentes empresas tecnológicas como Samsung Electronics, que ha avanzado en incorporar componentes ecológicos en sus electrodomésticos para que, año tras año, aumente el uso de soluciones tecnológicas sostenibles por parte de los usuarios.
El Galaxy S24 Ultra, por ejemplo, incluye un mínimo del 50% de cobalto reciclado en la batería y un 100% de tierras raras recicladas en los altavoces. Embalaje ecológico: La caja del Galaxy S24 está hecha de material de papel 100% reciclado, eliminando el plástico de un solo uso y reduciendo la huella ambiental del producto
¿Cuáles son los objetivos de esta cruzada tecnológica en términos más específicos?
1.- Una de las metas más significativas es la reducción de la huella de carbono, lo que ha sido posible mediante la modificación de procesos industriales para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante la producción y el uso de electrodomésticos.
2. Con motores eficientes y sistemas de gestión de energía inteligentes, se ha podido materializar la reducción del consumo de energía de los equipos domésticos, para beneficiar al medio ambiente, al tiempo que implica ahorros significativos en la factura de energía de los usuarios. Hoy por hoy, esta eficiencia energética se ha convertido un valor que guía a los usuarios a la hora de preferir un electrodoméstico con respecto a otro.
3. Plásticos reciclados, metales de origen ético y componentes biodegradables forman parte de los materiales sostenibles, lo que minimiza la dependencia de recursos naturales agotables y promueve la economía circular.
4. Contribuir a la economía circular es otro propósito para fomentar la producción y el uso de electrodomésticos sostenibles. Al estar diseñados con componentes reciclables, contribuyen a la economía circular, modelo de producción y consumo en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos y pueden aprovecharse continuamente. Entre otras ganancias, genera muchos menos residuos.
5. Incentivar comportamientos ecológicos en los consumidores forma parte de los objetivos de las empresas al proporcionarles opciones de productos sostenibles, creados con materiales reciclados o renovables, con mínimas huellas de carbono y producidos mediante métodos éticos y ecológicos.
Invertir en el futuro
A la par de estos objetivos sostenibles, Samsung Electronics ejecuta otras iniciativas amigables con el planeta relacionadas con sus procesos industriales. En este sentido, ha invertido ingentes recursos en tecnologías para la reducción de gases de proceso, la conservación del agua, la expansión de la recolección de desechos electrónicos y la reducción de contaminantes. Sólo por nombrar una meta significativa, ha proyectado alcanzar la cifra de cero emisiones netas de carbono directas e indirectas para el año 2050.
Otras de las aspiraciones de la marca incluyen garantizar que la eficiencia energética y el mínimo uso de electricidad sean parte de las características competitivas de más productos de su amplio portafolio, para asegurar que todo el ciclo de vida de cada uno sea más sostenible, desde el abastecimiento de materias primas hasta la eliminación y el reciclaje. La promoción de la filosofía ambientalista de hogares sostenibles es clave dentro de esta estrategia.
Nuestro compromiso con el planeta y con sus habitantes tiene especial conexión con las generaciones venideras, que pueden heredar un planeta disminuido o, si hacemos lo que debemos, un planeta saludable. Tenemos el deber de asumir la crisis climática con la urgencia que reclama la sociedad. En Samsung estamos respondiendo a este llamado y estamos del lado de la sostenibilidad para generar los cambios necesarios para que la tecnología esté a tono con esta cruzada a favor del planeta.